lunes, 9 de noviembre de 2009

Galileo de Bertolt Brecht


Galileo explica a los sabios de la santa inquisición la mecánica de los cuerpos celestes y el uso del telescopio, útil para observar el cielo inmutable de Aristóteles, pero los sabios no quieren enterarse demasiado del asunto, están más preocupados en la inmovilidad de la tierra que en corroborar si el aparato óptico funciona bajo las normas celestiales.

Galileo no apunta su telescopio a las lunas de Júpiter ni a las fases de la luna, apunta el cristal pulido a las vísceras de un hombre que agoniza, apunta a las mieses de los poderosos, a los olivares para proyectarlos en su dimensión más escandalosa, enorme, impúdica. Los siervos ya no tienen cielo, el espacio se convirtió en una enorme boca de lobo donde todo está por descubrirse pero en el que, según dicen no hay cielo, no hay lugar para los miserables. Parece que todo fue una equivocación. Habrá que barajar y dar de nuevo.


La historia de la verdad sobre el desplazamiento de la tierra del centro del universo, la mecánica de los cuerpos celestes, la invención y utilización del telescopio y la ardua batalla con la santa sede sobre verdades palpables es el argumento de la obra de teatro presentada por Bertolt Brecht, en 1938, y ahora publicada en Alianza Editorial. Con un texto efervescente y de antología, el alemán nos presenta su versión de Galileo y el entorno. La permanencia del científico en Venecia en tiempos de la peste, la construcción de un telescopio basado en un modelo holandés, a Galileo viejo vigilado por la Inquisición.

Los cuidadores de la verdad absoluta ya han aniquilado a varios que osaron despotricar contra Dios. Recordamos a :

Miguel Servet: descubridor de la circulación de la sangre e iconoclasta acérrimo.

Tycho Brahe: astrónomo sin telescopio.

La ciencia que no está al servicio de todos no sirve, dijo Galileo.

¿ Qué es esa cosa llamada ciencia?



7 comentarios:

marichuy dijo...

Mario

El libro de Bertolt Brecht se antoja por muchos motivos.

Pero tengo algunos puntos encontrados. Primero, eso de que en el cielo no hay lugar para miserables, no estoy tan segura, vieras? A veces pienso que es como en casi todo: cuestión de relaciones públicas, de poder y de $$$.

Y lo que más me cuesta creer es que Los Inquisidores hayan sido "Sabios"; claro que esta duda debe tener su origen en mi supino descreimiento de todo lo que provenga de las Altas Esferas Eclesiásticas (que son como las políticas: corruptas e impunes)

Saludos y gracias por las recomendaciones.

e. r. dijo...

Hola, Mario!
veo que andás leyendo buenos libros. en el libro de russell que leí hace poco, habla mucho de este asunto de la iglesia así tan mala onda proconservación del poder en todas las esferas de la vida, incluso el saber, etc. la verdad es que las religiones, así institucionalizadas, son una mierda, no hay ninguna que se salva.
le agregaría otro nombre a tu lista de perseguidos científicos: giordano bruno.
pd: hace poco hojeé testimonios de victoria ocampo y es un libro soporífero. la hermana debe ser más copada.
saludos

mario skan dijo...

Si Marichuy, si fueras una editora, un garrotazo al tipo que escribió sabios a los inquisidores hijos de p---
Estos tipos del vaticano son de veras muy malos,siempre aparecen nuevas dislates.
saludos

Ever: la biblioteca donde labura tiene dos libros de alianza de Brecht, uno ya lo pasé para el cuerto, me falta Madre coraje, pero más adelante.
Victoria Ocampo era una señora gorila muy peluda y bananera, ayudó indirectamente a derrocar a Perón.
SIlvina por lo menos escribía unos cuentos geniales.
saludos

RebecaTz dijo...

Hola, Mario, no conocía esta obra de Brecht, de hecho tengo algo abandonando el teatro, habrá que remediarlo...

Opino lo mismo que ustedes sobre los inquisidores y demás "altos dignatarios religiosos".
(Y ya que estamos, tampoco concuerdo mucho con los "no tan altos"). Je je

Saludos.

María dijo...

La ciencia debe tener siempre su lugar. Aún no he leído este libro, pero espero hacerlo algún día...siempre he pensado que religión y ciencia no tienen por qué estar reñidas. Cada una tiene su lugar.
Saludos!!

mario skan dijo...

Andrómeda: es la 1ºere. obra de Brecht que leo y espero que no sea la única. En la biblioteca se encuentra un ejemplar de madre coraje que ya pasará al recinto de lectura.
saludos


María: efectivamente, no debrían estar reñidas pero lo están desde hace siglos.
La verdad no debe ser oculta, de cualquier manera sale a la luz.
saludos

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Hola Mario,

Excelente recomendación. Lo voy a buscar.
Un saludo

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